Quedan Solter@s después de Hacienda

Tan genuino como seguir pagando impuestos. Así somos, cargada@ de ilusiones y proyectos y pagando por seguir viv@s. Lo cierto es, que pese a Hacienda, los sueños interrumpidos y el descubrimiento de que querer sin escudo, sólo da pérdidas, la pre- crisis de los cuarenta, grita a toda voz, y me gusta, ahora he aprendido a escuchar.

Cuatro libros en ciernes, las editoriales quieren productos, de ahora para ya, no quería encasillarme, narrativa al fin, documentación y trabajo duro, porque al parecer, mis cincuenta horas semanales de trabajo, parecen poco…

El ambiente hostil y peligroso, es mero aprendizaje, el sprite pimienta, pura fantasía. 

Pero ya he aprendido a respirar diferente, a chillar dónde se me escucha y a marcharme rápido, de los desenlaces que no me compensan.

Solter@s, creo que empiezo a entender de qué va la vida. Sin pruebas ni dudas.

El amigo que no lo fue, la novia que se lía con el amante casado, la cuñada que no se entera, pero que se hace notar y tú ahí, siendo una espectadora,  flipando muy fuerte, con historias, al parecer, “random”, con diversos sofoquitos, cuya única finalidad, es acabar la jornada y llegar a casa, para poner los pies en el alto y sobrevivir un día más.

Al final del día, me quedo y quiero, a esas personas que han sobrevivido a la vida real, a los que solo cuentan con lo que han generado y no heredado, y que para los que tomarse una cerveza contigo, les da la vida y acaba siendo mutuo.

A partir de cierta edad, nos prohíben la cerveza, lo llaman pre-diabetes, no os alarmeis, el tequila y el agua, son un sustitutivo más que razonable.

Me declaro fan, del voto de silencio y la sonrisa incorruptible. de esos seres especiales que regalan momentos únicos y secretos, que te hacen fuerte e invencible, y te recuerdan, que si has llegado hasta aquí, pese a todo y pese a todos, no es casualidad, es trabajo duro. 

Lo merecías…

Intento analizar la crisis de los cuarenta, llevo meses leyendo y releyendo y más que crisis, lo llamo liberación.

Cierto es, que es una época de cambios, no olvidemos lo fundamental.

Somos la generación de Disney sobreviviendo a los Juegos del hambre.

Amigos y amigas, que parecían comprenderte, de repente, luchan por el último trozo de carne que llevarse a la boca, no aprendieron, ni se resignaron, a que la compañía es opcional y no obligatoria.  

Pero solter@s, somos gente feliz y con miras al futuro, gente que aprendió a escuchar, que dejó de competir y sobre todo, y pese a todos, que aprendió a vivir.

Y por si quedaba alguna duda, volvemos, financiada para los extras, pero sin dejar de trabajar, pero sobre todo, y ante todo, seguir escribiendo, desde las entrañas para fuera.

¡Hola de nuevo! ¡Corto y cambio!